Desde el primer instante el hombre se reveló uno con su verdad. Se observa en el nuevo rostro la huella de la metamorfosis. O algo.

Que cuando acaben, dejen los martillos en su sitio. Insisto angustiado: déjenlos en su sitio. Esta sangría de martillos no nos la podemos permitir.

Pacientes todos. Ciclotímicos y psicóticos. Melancólicos y acomplejados. Esquizoides, bulímicos, taquicárdicos y en general usuarios todos de este centro (...aiss...enfín...): Que es orden del director que mañana durante el paseo diario en el patio, dejen libre el hueco normalmente ocupado por los del Pabellón Amarillo para evidenciar su ausencia y no se vean frustrados sus deseos de notoriedad.

Ya es 2007 y seguimos queriendo de sabé.
El Gran Pepino te vigila.